lunes, 27 de enero de 2014

EL PARQUE DE LA HELADORA, YA LLEVA EL NOMBRE DE FELITO Y CARMELITA, "LOS DEL MANTECADO"


El recuerdo de Felito y Carmelita, el matrimonio que en su día puso en marcha la heladora de La Montaña, estuvo muy presente en el acto de nominación de la Plaza de la Heladora que desde este viernes lleva sus nombres. Numerosos vecinos acompañaron a sus hijos y a su familia en esta nominación aprobada en pleno y promovida por el ayuntamiento galdense junto con la propuesta de dedicar el pasaje situado al lado a Paco Guzmán el carnavalero de Gáldar, protagonista también del acto. A ambos el alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa Monzón, les brindó unas emotivas palabras de reconocimiento, a personas sencillas, trabajadoras,  que merecen este homenaje y la dedicación de estos espacios públicos en el barrio donde nacieron. El alcalde anunció que en breve se celebrará el acto para descubrir un monolito en recuerdo de José Manuel  Padilla.

El concejal de Cultura y Fiestas, Carlos Ruiz, recordó a los asistentes que todas estas propuestas fueron aprobadas por unanimidad en pleno y cedió la palabra a Carmen Díaz Guzmán,  hija de Felito y Carmelita, quien además de agradecer en nombre de sus hermanos Bari y Felucho este reconocimiento, señaló que “no hay mayor satisfacción para un hijo, que se acuerden con tanto cariño de su padre y de su madre como ustedes lo han hecho, porque aunque esta Plaza se la conoce desde siempre con el nombre de Plaza de la Heladora, a partir de hoy se le añadirá el nombre de Felito y Carmelita, quienes con su trabajo y su esfuerzo hicieron tan felices a muchos niños y niñas de Gáldar en aquellos años, en los que un helado era un verdadero regalo”.Y es que el mejor helado de turrón que se hacía y se hace en la isla, es el de la heladora de La Montaña recordó también el alcalde.

Del mismo modo se ganó al público asistente el popular Francisco Guzmán Castillo a quien se le dedicó un pasaje con el nombre el carnvalero de Gáldar. Sus palabras estuvieron dedicadas principalmente a los suyos, a su mujer y a sus hijos, pero también a su  querida Montaña. “No hay sitio mejor que mi tierra, ni barrio mejor que La Montaña, por eso el nombre de una calle dedicada a mí tenía que estar cerca de la calle El Calvario, donde nací”. A él elogió también el alcalde por su cercanía, por su forma de ser, por su amor a una fiesta como el carnaval y por el cariño que despierta en tanta gente” que esa noche quiso estar cerca de los homenajeados.

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